Antes se entendía que poseer un negocio tenía el mismo propósito que tener un trabajo: ganar para vivir. Solamente soñadores indómitos o leguleyos de bienes raíces pensaban en ser dueños de un negocio como recurso para cambiar sus vidas. Esta era la materia prima de los chistes, como aquel cuento del tío loco que perdió una fortuna invirtiendo en un rancho inexistente. Para la mayoría de las personas, intentar ser un empresario significaba que habían fracasado en la vida normal, y estaban tratando de encontrar una manera de comenzar el juego nuevamente, generalmente estafando a alguna otra persona.
Pero en la década de los 80, se produjo una revolución en las ideas de negocios, potenciada por la innovación de los números gratuitos 01-800, las computadoras, los correos directos y los plásticos. La gente común, por su propia cuenta o a través de sus pensiones o fondos comunes de inversión, estaban ganando grandes cantidades de dinero en el mercado de valores o mediante la venta de casas, cuyo valor se había incrementado cinco veces. De pronto, se convirtió en algo normal ser un empresario que espera lograr un retorno del 5, 10 o 100 por ciento sobre su inversión.
El Network Marketing fue parte de esa revolución. ¿Qué otro negocio permitía a la gente común ganar 10.000 dólares por mes con una inversión inicial que consistía en un kit de un valor ligeramente superior a los 80 dólares, una cuenta telefónica mensual de 300 dólares, 10.000 dólares anuales en gastos de automóvil y transporte, 700 dólares de amortización de una computadora, y 2.000 dólares en sellos de correo y suplementos de oficina?
Mediante la ayuda de nuevos métodos como el Network Marketing, La Era del Empresariado demostró que el trabajo realmente podía cambiar vidas. Enseñó a la gente que uno no tiene que hacer a otros más pobres para hacerse rico. Mostró que la creatividad humana puede generar riqueza a partir de la nada, así como el chip de silicona de las computadoras transformó a la arena — la sustancia más común de la tierra, después del agua de mar— en una revolución de varios billones de dólares.
En la década de los 80, por primera vez en la historia reciente, el término “empresariado” comenzó a denotar admiración en lugar de escarnio. Paralelamente, el número de empresarios del Network Marketing se incrementó en un porcentaje de varios cientos.
El MLM se ha convertido en una de las fuerzas más dinámicas que impulsan la economía de la Era de la información. Las más grandes corporaciones, desde IBM hasta Citigroup, están haciendo uso del MLM para lograr un nuevo ángulo competitivo.
Aún tenemos un largo camino por recorrer. Todavía hoy, los medios masivos de comunicación están lejos de reconocer el verdadero impacto del MLM en la economía. Para decirlo claramente, para la mayoría de las personas en el negocio de las noticias, la idea de gente común —muchos de ellos sin
grados académicos— administrando negocios valuados en millones de dólares, resulta amenazante.
Pero en la década de los 80, se produjo una revolución en las ideas de negocios, potenciada por la innovación de los números gratuitos 01-800, las computadoras, los correos directos y los plásticos. La gente común, por su propia cuenta o a través de sus pensiones o fondos comunes de inversión, estaban ganando grandes cantidades de dinero en el mercado de valores o mediante la venta de casas, cuyo valor se había incrementado cinco veces. De pronto, se convirtió en algo normal ser un empresario que espera lograr un retorno del 5, 10 o 100 por ciento sobre su inversión.
El Network Marketing fue parte de esa revolución. ¿Qué otro negocio permitía a la gente común ganar 10.000 dólares por mes con una inversión inicial que consistía en un kit de un valor ligeramente superior a los 80 dólares, una cuenta telefónica mensual de 300 dólares, 10.000 dólares anuales en gastos de automóvil y transporte, 700 dólares de amortización de una computadora, y 2.000 dólares en sellos de correo y suplementos de oficina?
Mediante la ayuda de nuevos métodos como el Network Marketing, La Era del Empresariado demostró que el trabajo realmente podía cambiar vidas. Enseñó a la gente que uno no tiene que hacer a otros más pobres para hacerse rico. Mostró que la creatividad humana puede generar riqueza a partir de la nada, así como el chip de silicona de las computadoras transformó a la arena — la sustancia más común de la tierra, después del agua de mar— en una revolución de varios billones de dólares.
En la década de los 80, por primera vez en la historia reciente, el término “empresariado” comenzó a denotar admiración en lugar de escarnio. Paralelamente, el número de empresarios del Network Marketing se incrementó en un porcentaje de varios cientos.
El MLM se ha convertido en una de las fuerzas más dinámicas que impulsan la economía de la Era de la información. Las más grandes corporaciones, desde IBM hasta Citigroup, están haciendo uso del MLM para lograr un nuevo ángulo competitivo.
Aún tenemos un largo camino por recorrer. Todavía hoy, los medios masivos de comunicación están lejos de reconocer el verdadero impacto del MLM en la economía. Para decirlo claramente, para la mayoría de las personas en el negocio de las noticias, la idea de gente común —muchos de ellos sin
grados académicos— administrando negocios valuados en millones de dólares, resulta amenazante.
Pero la gente hoy en día no es tan dependiente de las fuentes oficiales de información como lo fuera alguna vez. Cada vez más acentuadamente, mientras los medios masivos se pierden la historia, las noticias se abren camino de alguna otra manera.
Excelente explicación
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